A veces me sorprendo a mí misma.
Como cuando acabas confiando en esa puta persona que te hizo daño a morir y vuelves a caer. Vuelves a confiar. A querer hablarle. Incluso vuelves a ponerte celosa. Esperas volver a reírte con él y que te mande ese mensaje que ponga: -Buenos días princesa.- Sueñas volver a tenerlo enfrente y susurrarle te quiero y sigues soñando con cada momento que pasó.
Le echo de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario